Se esforzaba continuamente; iba y venía de aquí para allá sin
parar. Sudaba. Estaba cansado. Vivía tensionado. Toma tranquimacín. Tanto correr, se decía, dará sus frutos. Pobre, no
sabía que era un conejo de carreras de galgos y que la meta sólo la alcanzaba
uno.
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