jueves, 17 de julio de 2014

Vocación




Miguel Angel, a los dos días de nacer, cogió una enfermedad muy mala y muy rara. El médico le preguntó a su madre:”¿a qué hora ha fallecido su hijo?” Su madre contestó que no, que no había muerto, que estaba sano como un roble. El médico se encogió de hombros y comentó: “Su hijo, señora, está llamado a realizar cosas grandes en este mundo”. Miguel Ángel, cuarenta y siete años después sigue cuestionándose todos los días qué coño quiso decir el doctor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario