
Ayer me dieron un alegrón. He conseguido unas entradas Vips para un palco en el Bernabeu. Lo mejor, la reacción de dos chavales que llevo que son del Madrid a muerte. Yendo por la calle, a pesar de lo que estaba cayendo la Bolsa -un 5.5%-, me sonreía pensando en la alegría que les iba a dar cuando supieran la noticia. Y pienso que qué genial sería nuestra vida si continuamente estuvieramos pensando y regodeándonos en las alegrías ajenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario