El martes nos juntamos un grupo de amigos en el Montico alrededor de D. Bernardo, un sacerdote del Opus Dei con 82 años y ciego. Fue espectacular porque abrió su alma con nosotros. Nos contó muchas anécdotas de sus encuentros con el Fundador del Opus Dei y nos dibujó una imagen muy atractiva de la Obra. Nos dijo que él a veces en vez de escuchar música en su habitación se va al oratorio y sabe que Dios está gozando viendole a él gozar de la música. Habló mucho de comprensión, de querernos, de ser flexibles: "con rigideces -en palabras del Fundador de la Obra- no vamos a ninguna parte". Se nos hizo cortísimo, y eso que estuvimos de 19.30h a 22.30h. Cuanta experiencia, cuanta sabiduría, cuanto cariño. ¡Qué gozada encontrar gente así¡
jueves, 14 de julio de 2011
Una tertulia muy especial
El martes nos juntamos un grupo de amigos en el Montico alrededor de D. Bernardo, un sacerdote del Opus Dei con 82 años y ciego. Fue espectacular porque abrió su alma con nosotros. Nos contó muchas anécdotas de sus encuentros con el Fundador del Opus Dei y nos dibujó una imagen muy atractiva de la Obra. Nos dijo que él a veces en vez de escuchar música en su habitación se va al oratorio y sabe que Dios está gozando viendole a él gozar de la música. Habló mucho de comprensión, de querernos, de ser flexibles: "con rigideces -en palabras del Fundador de la Obra- no vamos a ninguna parte". Se nos hizo cortísimo, y eso que estuvimos de 19.30h a 22.30h. Cuanta experiencia, cuanta sabiduría, cuanto cariño. ¡Qué gozada encontrar gente así¡
Suscribirse a:
Entradas (Atom)