jueves, 23 de octubre de 2014

Amorcicil Forte

Prospecto: información para el usuario
Amorcicil  Forte 300 mg
Comprimidos efervescentes

Lea todo el prospecto detenidamente antes de empezar a tomar este medicamento, porque contiene información importante para usted.
Contenido del prospecto:
1.- Qué es Amorcicil y para qué se utiliza.
2.-Qué necesita saber antes de tomar Amorcicil.
3.-Cómo tomar Amorcicil.
4.-Posibles efectos adversos.
5.-Conservación de Amorcicil.
6.- Información adicional.

1.- Qué es Amorcicil y para qué se utiliza.
La tonteína, principio activo de este medicamento, pertenece al grupo de los denominados eufóricos, que actúan en la mente de las personas produciendo el enamoramiento. Inmediatamente producen una sensación de felicidad incompresible médicamente disminuyendo la ansiedad en el enfermo. Este medicamento está indicado para facilitar la eliminación de problemas, reales o imaginarios, haciendo que la vida se vea de color de rosa. Especialmente indicado para personas sensibles que lloran viendo una película en el que un perro espera a su dueño durante años; para quienes estén atascados escribiendo una novela, para quienes  trabajan en Hospitales públicos; para quienes después de un periodo largo de baja actividad, encuentran dos trabajos a la vez; para quienes se dedican a mostrar la belleza en Catedrales o claustros de Catedrales o para quienes se afanan con entusiasmo y eficacia al asesoramiento financiero.

2.-Qué necesita saber antes de tomar Amorcicil.
No es recomendado si es alérgico a la alegría y las ganas de vivir y está empeñado en llevar una vida mustia. Tampoco si tiene pánico al trato íntimo con las personas. Tampoco si se siente dichoso en su soledad. Los seis efectos conocidos de este medicamento son:
                -uno: Necesariamente se enamorará de otra persona, normalmente del sexo opuesto al suyo. Esto sucederá en un 95% de los casos -el que se enamore de otra persona-, el que sea de sexo opuesto o no mejor no comentar que la gente de la ideología de género andan muy revueltos. 
                -dos: Sentirá la necesidad imperiosa de estar cerca de la persona amada, lo más cerca posible de ella. Ya nos entendemos.
                -tres: Sus  sentidos adquirirán una nueva dimensión: olerá fragmentos de la persona amada que antes de tomar la medicación le habrían pasado desapercibidas como la piel o el cabello. El sentido del tacto se le afinará. El gusto le hará paladear nuevos matices. El oído se perfeccionará y será capaz de distinguir la vocecilla de la persona amada que pide socorro entre una multitud de manifestantes que se han concentrado delante de la sede de UGT en Asturias pidiendo la cabeza de un sindicalista corrupto.
                -tres bis: Insistimos en lo del tacto. Le recomendamos que lea la primera edición “El sentido del tacto” del Concurso de microrrelatos “Los sentidos” organizados por la web manchoneria.es.
                -cuatro: Sufrirá convulsiones cada vez que la vea: cada palabra salida de su boca le parecerá importantísima e interesantísima. El primer mes tartamudeará un poco y le costará mostrarse tal cual usted es, pues en su mente tendrá el objetivo continuo de caerle bien a esa persona. Siendo este proceso agotador, este deseo se extinguirá por si solo al cabo de seis meses de tratamiento y volverá a ser usted mismo: ese ser egocéntrico y timorato al que las reprimendas de su madre y de su profesora de lengua le han marcado tanto que ahora necesita treinta sesiones de psicoterapia con la psicóloga argentina de turno, a la que llegará a conocer después de haber  sucumbido a tantas sesiones, y de la que ella se enamorará sin necesidad de tomar Amorcicil Forte pues aunque resulte casi inimaginable, hay gente que se enamora sin tomar Amorcicil Forte.
                -cinco: De repente mostrará entusiasmo por cosas que antes le pasaban inadvertidas y adquirirá sabiduría en el trato con personas del otro sexo. Así, por ejemplo, comprenderá que la mujer no quiere que le resuelvan el problema cuando le preguntan algo (ya lo han resuelto hace décadas) sino que la escuchen; o por ejemplo si es mujer y ese día no le ha dicho su chico cincuenta veces que la quiere, comprenderá que no es que no la quiera, es que está preocupado si Casillas jugará el siguiente partido de la Champion con el Madrid.
                -seis: La visión se le hará borrosa hasta que se encuentre delante de la persona amada. Entonces, percibirá toda la realidad con nitidez. El corazón le palpitará muy rápido. Al cabo de cuatro semanas volverá a su ritmo normal.

3.-Cómo tomar Amorcicil.
                -Se puede tomar una dosis antes de la comida.
                -Si está embarazada o en periodo de lactancia, consulte a su médico o farmacéutico pues el Amorcicil le puede producir desencaje de mandíbula al darle de continuo la llamada  “risa tonta” lo que puede afectar a su bebé pues le puede hacer pensar que vendrá a un mundo feliz, algo de todo engañoso.
                -La dosis recomendada de este medicamento:
                               En adolescentes a partir de 13 años: 1 pastilla al día.
                               En adultos hasta los 65 años: 2 pastillas al día.
                               Personas mayores de 65 años: 4 pastillas al día.
                -Los síntomas por sobredosis son nauseas, vómitos, ardor y dolor de estómago. En caso de sobredosis o ingestión accidental, consulte inmediatamente al Maestro Sako al 902333222, disponible las 24 horas al día.

4.-Posibles efectos adversos.
                Al igual que todos los medicamentos, Amorcicil puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas lo sufran. Se pueden producir los siguientes efectos adversos:
                -efectos físicos: el lóbulo cerebral derecho renacerá, por lo que le hará ser una persona más creativa, por ejemplo, a la hora de escribir relatos. Perderá su lado más racional y reflexivo. Ganará en impulsividad y emotividad, algo sumamente peligroso en este mundo tan ordenadito en el que vivimos.
                -efectos psíquicos: en presencia de la persona amada:
                               -sentirá que su cuerpo no pesa (efecto flotación).
                               -cualquier suceso le recordará la primera vez que hizo algo con él/ella (efecto memoria impresionada)
                               -todo le sabrá apetitoso (efecto placebo).
                               -desaparecerán de su cabeza el resto de las personas (efecto percepción selectiva).
                               -Sólo le interesará lo que le afecte a la persona amada o lo que les afecte a los dos directamente (efecto interés selectivo).

5.-Conservación de Amorcicil.
                Mantener este medicamento fuera de la vista y del alcance de los niños. Como dice la escritora Sara Gordon el amor, “ese tema que tanto nos gusta a todos”, no está pensado para los niños que están en otra relación más de, añade el escritor Joaquín Olmo, “niño-mascota, niño-padre, lobo-luna”.
No requiere condiciones especiales de conservación.

6.- Información adicional.
La información detallada y actualizada de este medicamento está disponible en la página web de la agencia española de medicamentos y productos sanitarios.

Uno de los efectos de este medicamento es que puede hacer pasar al paciente por varias etapas amorosas. Le recomendamos el blog http://literaturamor.blogspot.com.es/ donde podrá tener conocimientos de lo que supone pasar del amor sensual al amor trágico, del amor imposible al amor recíproco, del amor idealizado al amor tirano y al amor cortés.



miércoles, 15 de octubre de 2014

Vuelta de tuerca


Llevaba una semana nervioso, cualquier nimiedad le irritaba. Javier llegó un poco tarde -cinco minutos que no van a ninguna parte- al partido de tenis y le echó una de esas miradas que casi te matan. Ni un saludo de cortesía, nada, sólo un seco y destemplado: “¿jugamos de una puta vez?”. Esa misma tarde, Raquel, su mujer, cogió su camisa de vestir que él había dejado encima de una silla para darse una ducha rápida e increíblemente, porque nunca antes le había pasado, se le olvidó mirar en el bolsillo y, así sin más, la echó a lavar sin darse cuenta de que allí, Francisco, había dejado su tarjeta de crédito. Bueno, bueno, la que se lió. Cualquiera diría que cincuenta años de matrimonio estaban a punto de embarrancar por un simple descuido que no pasó de ahí pues al rato se comprobó que la tarjeta funcionaba perfectamente. Y es que Francisco andaba nervioso.
La consulta con la médico de enfermedades infecciosas, Nati, que había conseguido ocultar a todos, había concluido. Fue hace dos días el lunes, a las once y cinco de la mañana. Cómo olvidar la hora precisa. El diagnóstico no albergaba dudas: “el “amigo” que te trajiste del Zaire ha progresado mucho. Hoy por hoy la ciencia médica no puede hacer nada más con el ébola. Calculo que te queda una semana de vida”. Como antes de jugar al tenis que se entretenía visualizando golpes perfectos, en esta ocasión se encontró imaginando su propio funeral, quiénes asistirían, cómo irían vestidos, qué comentarían en los corrillos que se formarían.

 Su mujer, claro, no sería capaz de aguantar el tirón. Estaba seguro que se reuniría con él pronto, muy pronto, allí donde fuera que él estuviera, una vez muerto. Lo había visto en dos amigos. Le daba unos meses, cinco o seis a lo más. Cada uno de sus hijos reaccionaría de manera desigual, tan diferentes eran. Así lo preveía y así, proféticamente, sucedió en efecto. Fran, el primogénito, por ejemplo, en cuanto supo la noticia, se volcó con él: ya no le daba esos cortes cuando hablaban que le dejaban tan desconcertado y eran motivo de conversación nocturna con su mujer intentando explicarse por qué le había dicho tal o cual cosa; en un par de ocasiones le elogió su dedicación a sus “causas perdidas” -como Fran las llamaba-  refiriéndose a su trabajo en la ONG “Progreso del Zaire” cuyo lema era “hechos, no palabras”.

En cambio Susi no acabó de asumir la noticia y, como en tantas otras ocasiones, decidió callar, callar todo el día, callar cuando comía, callar cuando limpiaba la ropa y fregaba los suelos, callar cuando iba de compras. Ya lo habíamos experimentado en otras ocasiones, como cuando después de diez años intensos, sacó las oposiciones de Registros y se tuvo que ir a vivir a Cintruénigo; o cuando le dijeron que esperaban mellizos; o cuando su mejor amiga en plena crisis de los cuarenta y con muchas telenovelas a cuestas se animó con su preparador de pilates y se fue a vivir con él dejando atrás un matrimonio de quince años de historia y tres hijos absolutamente estupefactos u ojipláticos, como diría Susana; o cuando, para sorpresa de su propio editor, su libro de recetas de cocina se convirtió en un auténtico best seller. Todo el día callada. Sólo si le hacías una pregunta directa se dignaba contestar. Su mente estaba bloqueada, en blanco. Turn off. Santi, el mediano, se lo tomó con su propia filosofía: como si todos los días a tu padre le quedara una semana de vida. Siguió tranquilo con sus cirugías plásticas, con sus sesiones de jacuzzi en Casa Galicia, consultando a Raquel en su consulta y con sus entretenidos crucigramas y zudokus.

Y el día D se acercaba vertiginosamente. Sólo le queda ya un día de vida. Quiere aprovecharlo al máximo y planifica al detalle una comida andaluza a base de pescaíto frito y de gazpacho con la gente que más quiere: su mujer, sus tres hijos, sus hermanos Gervasio el odontólogo y Gertrudis la enfermera en estado de alzeimer galopante y con Loli, claro, su amor secreto, su amor platónico, viuda, madre de diez hijos, tres de ellos adoptados en la India. A la comida le sigue una animada tertulia donde el alcohol comienza a hacer efecto y las lenguas a soltarse sin tapujos. Se habla de todo y se habla de nada. Del sentido de la vida, por la cercanía de la muerte de Francisco y porque Gervasio está leyendo una novela autobiográfica de Víctor Frank, uno de los padres del psicoanálisis; y del móvil de Susi que se ha quedado sin baterías; del patrimonio que deja a su mujer y a sus hijos y de dónde tiene depositados su planes de pensiones (En Renta 4, por supuesto), se pasa sin solución de continuidad al último desencuentro del fideo Di María con el Madrid. De “¿Te acuerdas cuando?,  ¿y de cuándo?, ¿y de cuándo?...”

A las dos y media de la madrugada quedan en casa solos el matrimonio. El sabe que será la última conversación que tenga con Raquel.


Pienso si es oportuno, conveniente, necesario contarle, a estas alturas de mi vida, en este preciso momento, eso, el secreto que llevo años escondido y ocultando y que me aprieta el pecho cada ve que la veo. Pero nobleza obliga. Saboreo mi última copa de rico pacharán para animarme, para darme valor. La miro. “Raquel cariño, tengo algo que… “; en ese momento, en ese preciso momento, Raquel sufre, sin aviso previo, muerte súbita. Me la quedo mirando sin poder asistirla, sin poder hacer nada. Me la quedo mirando sin saber en ese preciso momento que el pronóstico fatal de mi médico resultaría errado y que yo viviría, Dios mediante, treinta años más.